jueves, 7 de agosto de 2008

Las bases

Y las lágrimas aparecieron en mi rostro cuando me di cuenta que el tiempo no se queda quieto. Nos vamos moviendo por los caminos imaginarios, pero soñamos que tenemos los pies derretidos sobre las piedras. Como nos movemos entonces? Nos atrae el magnetismo eterno, el mismo que nos atrae cada vez más a la tierra? Cuando hundamos nuestras manos en ellas, y refreguemos por nuestra piel la pastosa sensación de lo vivo y lo muerto, entonces nos daremos cuenta que todo pasa, en silencio, sin que nos demos cuenta. Pasa lo bueno, y pasa lo malo. y la tierra pasa por nuestros dedos como si fuese agua, aquella que cayó sobre mi rostro, cuando descubrí que los momentos no detienen la vida...

Pequeños complejos

El hombre está limitado a su propio conjunto de carne y huesos. Una persona no puede escapar de su piel. Cada centímetro vive con nosotros desde el alfa y hasta el omega. La mayoría de nosotros no conocemos la mayoría del envase, y siempre nos prendamos de aquellas partes que odiamos, y por las cuales constantemente quisiéramos ser otro cuerpo. Pero más aún aquellas imperfecciones, nos muestran nuestra propia belleza, nuestra unicidad. Aceptar nuestro cuerpo es aceptar que no hay otra persona como nosotros. Y tal vez uno sea así por esa misma razón: para apreciar esas diferencias.

Recomenzar

Existe muchas veces la sensación de que no es posible desconectarse. Mientras más se intenta sacar algo del sistema, más profundo parece hundirse. No sirve mirar hacia arriba, ni apoyar la cabeza sobre una pila de plumas; la realidad es que seguirá siendo, para bien, y para mal, aquella misma, y tan nuestra.

Reencuentros

Me pides perdón y permiso para reincidir?

¿Odisea?

Y mientras mi escritorio se siguen llenando de páginas semióticas decido tomar otro rumbo con mi forma de ver mi propia vida.
Todo lo que hago, todo las obligaciones que me autoimpuse, las disfruto en cierta forma. El tener un ángulo diferente, el aprender un idioma nuevo, el conocer gente de lo mejor en el medio...
Y me doy cuenta....
Mi vida así no cambia, pero cambia mucho. Puedo cambiar las condiciones, pero no quiero. Y ese es el gran cambio, hacerse cargo de esas decisiones. Y cambié mi vida, sacrifiqué tiempo. Pero nadie me obliga, esas decisiones son mías. Y las asumo, y acá se termina la odisea. A partir de ahora, será un viaje. Y ya decidí abordarlo...

Mi calidad de vida ha mejorado mucho por darme cuenta de esto...

miércoles, 6 de agosto de 2008

Circular

Comienza otra vez el ciclo. Cuántas veces ya habré pasado por la misma situación? Río, beso, espero, me decepciono, lloro, pataleo, me resigno y sigo adelante. Porque ¿existe posibilidad alguna que no sea seguir adelante?

viernes, 1 de agosto de 2008

Amar al amor

"No es bueno que el hombre esté solo" rezan los textos religiosos; y la frase pasa a ser un cánon de la vida misma. Incluso hoy en día, a pesar de los pseudo permisos hacia los excesos de la sociedad, se mantiene implícita la ley.
Hay seres (muchos de ellos pululan la vida cotidiana de, entre algunos, la mía y la tuya) que entrañan las bondades del vínculo al que confunden con el sentimiento mismo. Se vuelven adictos a él, necesitan teñir sus vidas y sus aromas de relaciones inmediatas y casuales con un sentimiento que se siente hasta altruista. Y el ensueño puede continuar, claro... al menos hasta que el inevitable aburrimiento se haga corpóreo.
No es fácil salir del círculo. Es necesario tomarnos el tiempo de construir nuestras crisálidas y conocernos a nosotros mismos. Mirar hacia adentro, sacar las cosas que quieren (y deben) salir. Ser libres al fin, manejar nuestro futuro. Y abrir los sentidos, y no buscar aromas a perfumes berretas, sino encontrar una fragancia genuina.