Y mientras mi escritorio se siguen llenando de páginas semióticas decido tomar otro rumbo con mi forma de ver mi propia vida.
Todo lo que hago, todo las obligaciones que me autoimpuse, las disfruto en cierta forma. El tener un ángulo diferente, el aprender un idioma nuevo, el conocer gente de lo mejor en el medio...
Y me doy cuenta....
Mi vida así no cambia, pero cambia mucho. Puedo cambiar las condiciones, pero no quiero. Y ese es el gran cambio, hacerse cargo de esas decisiones. Y cambié mi vida, sacrifiqué tiempo. Pero nadie me obliga, esas decisiones son mías. Y las asumo, y acá se termina la odisea. A partir de ahora, será un viaje. Y ya decidí abordarlo...
Mi calidad de vida ha mejorado mucho por darme cuenta de esto...
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