jueves, 7 de agosto de 2008

Las bases

Y las lágrimas aparecieron en mi rostro cuando me di cuenta que el tiempo no se queda quieto. Nos vamos moviendo por los caminos imaginarios, pero soñamos que tenemos los pies derretidos sobre las piedras. Como nos movemos entonces? Nos atrae el magnetismo eterno, el mismo que nos atrae cada vez más a la tierra? Cuando hundamos nuestras manos en ellas, y refreguemos por nuestra piel la pastosa sensación de lo vivo y lo muerto, entonces nos daremos cuenta que todo pasa, en silencio, sin que nos demos cuenta. Pasa lo bueno, y pasa lo malo. y la tierra pasa por nuestros dedos como si fuese agua, aquella que cayó sobre mi rostro, cuando descubrí que los momentos no detienen la vida...

2 comentarios:

magali dijo...

Hola negri!! aca estoy mi segundo sabado en este depto. increible..y leyendo esto vole y mucho!!
Gracias

Juan dijo...

Me gustó mucho el anterior y no tanto este. Tal vez esperé mucho del tema. El paso del tiempo es algo que me obsesiona.
En realidad, sólo una cosa me molesta en el escrito: lo de la tierra entre las manos. Lo he leído mucho. Más con arena.
Esto va con estupenda onda.
También me gustó la frase del perdón y el permiso para reincidir.